viernes, 19 de noviembre de 2010

David Gilmour & Roger Waters: una historia de encuentros, rupturas y reencuentros

Muy buenas compañeros, en mi entrada de hoy quiero hablaros de un evento musical y solidario acaecido en Julio de 2005; sí, la verdad es que se hace tarde para contarlo pero no puedo pasar por alto el escribir alguna breve reseña sobre este mito musical porque si no lo hago, como se suele decir, reviento. Se trata del reencuentro de los miembros de la increíble y mágica banda británica Pink Floyd en uno de los conciertos majestuosos del siglo XXI para ayudar en la lucha contra la pobreza en el mundo, Live 8.

David Gilmour en la guitarra, Roger Waters en el bajo, Nick Mason en la batería y en el piano Richard Wright, quien falleció el 15 de septiembre de 2008, son los fundadores de esta banda ejemplar y que tantos éxitos musicales e increíbles puestas en escena han cosechado a lo largo de su carrera. Prueba de ello son el famoso álbum “The Wall” (1979), en CD, con la banda al completo o el enorme concierto “Pulse” (1994), en DVD, con la banda por separado; recomiendo echar un vistazo a ambos porque es algo difícil de describir con palabras. Sin embargo, cuando Roger Waters anunció su separación del grupo para comenzar una carrera en solitario, hubo varios problemas con el abandono del nombre “Pink Floyd”, el cual quería ser preservado por los miembros de la banda restante; el juicio fue favorable a dicho sector, estos son, Gilmour, Mason y Wright. Evidentemente todo esto causó un malestar general no solo en sus implicados directos sino también en los aficionados, pero no en la música que por ambas partes se estaba creando. Tanto de la mano de Roger Waters en solitario como de la de Pink Floyd se han cosechado álbumes tanto dispares como elegantemente construidos.



Ahora bien, con la puesta en marcha del famoso festival Live 8 (2005), el cual se manifiesta en una serie de conciertos para recaudar dinero en la lucha contra el hambre, ofrecidos en ocho de las potencias mundiales más fuertes y patrocinados por el artista Bob Geldoff, se puede observar en el escenario el reencuentro de la banda al completo, un hecho fascinante para el mundo de la música. Todo fue un espejismo porque no hemos vuelto a ver a Pink Floyd al completo (exceptuando la muerte de Richard Wright) en ningún tipo de evento mundial y, visto las afirmaciones por parte de unos y las posteriores negaciones por parte de otros de algún posible reencuentro, no creo que esto se vuelva a producir. Como ejemplo y colofón a esta entrada de hoy me gustaría mostraros el vídeo de uno de sus éxitos y, permítanme la etiqueta, una de las mejores canciones de la historia de la música, principalmente por sus dos solos (central y final) de guitarra: Comfortably Numb. Disfrutadla.




No hay comentarios:

Publicar un comentario